Estamos en las últimas horas de 90 días de campaña electoral, para que un nuevo candidato se alce con el triunfo y sea el nuevo alcalde de la capital del país… o quizás, los ciudadanos por falta de una participación ciudadana incidente, le den apertura a esa caja de pandora llamada la segunda vuelta.
Es inexplicable, cuál es la razón que justifica que ocho candidatos han caminado las 19 localidades urbanas, mañana, tarde y noche y la Bogotá real que refleja densificación en alturas y edificaciones con 20 y más pisos de vivienda en todos los estratos, sea la BOGOTÁ INVISIBLE, que a propósito, según catastro distrital desde el año 2016, el 70% de los predios del perímetro urbano son propiedad horizontal, con una curva creciente en la última década de 1 punto porcentual promedio anual, es decir, en el 2023 ya estamos por encima del 75%, esta es la BOGOTÁ INVISIBLE, que los candidatos no han visto, no conocen, no la tienen en el radar, increíblemente.
Vale la pena recalcar que, en los debates, las presentaciones, los discursos, los recorridos en los barrios, la publicidad, los periódicos, las vallas y cualquiera de los elementos usados en campaña, ningún candidato a la alcaldía de Bogota a hecho referencia a la BOGOTÁ INVISIBLE.
CUÁL ES LA BOGOTA INVISIBLE
El DANE nos manifiesta que la población de la capital del país está por el orden de los 8 millones de habitantes, el 75% estamos hablando de 6 millones de habitantes que en buena medida son residentes en propiedad horizontal, un buen porcentaje de ellos son copropietarios y otro tanto son arrendatarios, que tienen todas las dificultades y desafíos propios de una comunidad urbana, al interior del conjunto residencial.
Por su volumen, son los generadores de una gran parte del impuesto predial de la capital, son los generadores de un porcentaje significativo de empleos, y a cambio la Administración distrital y local de manera equivocada ve la propiedad privada las edificaciones, en lugar de ver, la gran masa de población que hace parte de un territorio (barrio o localidad) y misteriosamente después de 22 años de vida de la Ley 675 de 2001 conocida como el régimen de propiedad horizontal en Colombia nunca ha sido reglamentada en el orden nacional y ni en el orden nacional, distrital, municipal o local en donde no existe una política pública propia de tan importante volumen de población en el territorio.
Ahora bien, es claro que en Colombia tenemos este fin de semana elecciones territoriales basadas en el voto programático, es decir, nuestro voto va a elegir una propuesta de gobierno para la capital, no una ideología o un partido o un candidato, que al ser la propuesta ganadora se transforma en el plan de desarrollo Distrital, que tiene como base estructural el Plan de Desarrollo Nacional Colombia Potencia Mundial de la Vida y a la cual se le asignará un presupuesto para ejecutarlo.
LA BOGOTÁ INVISIBLE CONTINÚA…
Claro que sí, es muy probable que la gran mayoría que han leído este artículo hasta este punto ya tienen muy claro, que si la Propiedad Horizontal no está incluida en la propuesta de gobierno ganadora, no tendrá presupuesto para ejecución de un plan de acción en beneficio de la comunidad residente en Propiedad Horizontal y por tanto durante los próximos cuatro años seguiremos creciendo como fenómeno urbanístico en la ciudad, seguiremos aportando más impuesto predial y más empleos, pero continuaremos siendo misteriosamente LA BOGOTÁ INVISIBLE…
Por: Darío Fernando Andrade Peinado
Tecnólogo SENA Gestión Administración Propiedad Horizontal
Director del portal www.barriosyvecinos.com.co
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