FUENTE: PROBOGOTÁ
Durante los últimos 50 años la huella urbana de Bogotá y de los municipios de la región ha crecido exponencialmente. Entre 1997 y 2016, dicha huella aumentó un 35,8% su área, ocupando 11.950 ha. Salvo la construcción de las troncales de Transmilenio, el desarrollo de la malla vial arterial no ha tenido el mismo comportamiento.
El Plan de obras para Bogotá a 2050, propuesto por el Distrito y financiado en gran parte por el Gobierno Nacional, detonó una serie de proyectos de infraestructura de vialidad y movilidad que hoy se encuentran en ejecución y abren una oportunidad para reflexionar sobre los diferentes modos de transporte, su intermodalidad y operabilidad.
En el documento adjunto, Probogotá hace una revisión de los diferentes modos propuestos en el largo plazo para la ciudad y aborda la Región Metropolitana como una oportunidad para la planeación y ejecución de infraestructura de movilidad de escala regional. Igualmente, analiza cada modo de trasporte en siete variables, a partir de cifras ponderadas con otras ciudades del mundo: velocidad, inversión, capacidad, impacto urbano, costos de operación, adaptabilidad del sistema y frecuencia; a partir de las cuales se evalúan los diferentes modos en una matriz multivariable que permite identificar las bondades de cada modo y definir su uso de acuerdo a las particularidades técnicas, financieras y sociales de cada proyecto.
Probogotá presenta algunas recomendaciones para la movilidad multimodal en Bogotá.
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