Al reconocer el constante crecimiento del sector Propiedad Horizontal (P H) en Colombia de manera particular de uso residencial o vivienda en Edificios o Conjuntos bajo la Ley 675 de 2001 o Régimen de Propiedad Horizontal, constituido hace más de setenta años tiempo durante el cual la administración de los inmuebles del sector han estado bajo la responsabilidad de múltiples personas con variadas profesiones de base e incluso con personas con orientación de servicio social que han visto en la administración de ellos una opción ocupacional o laboral, la mixtura del ejercicio de la administración en P H ha sido propiciada por la no definición de idoneidad para el ejercicio de esta que en la 675 se dejó en manos de los sucesivos gobiernos, que desacertadamente no le dieron la prioridad social que hoy demanda tan importante sector.
La consecuencia de la no reglamentación es que la administración de P H sea actualmente una ocupación como se dijo anteriormente ejercida por cualquier persona, la trascendencia que ha tomado el sector P H al mirarlo desde su arista social reconociendo que la intensificación de desarrollos inmobiliarios principalmente de viviendas han reconfigurando los territorios en las ciudades y municipios del país, a lo que se ha unido, un importante número de desarrollos inmobiliarios de otros usos como el comercio, la industria y los servicios institucionales por nombras algunos. En resumen, se considera que en la P H es ahora el lugar donde se dan la mayor cantidad de interacciones sociales de los colombianos superando ampliamente los primeros propósitos legislativos de la génesis del marco normativo de pisos a finales de los cuarenta del siglo pasado.
Las interacciones sociales de los colombianos, dicho de otra forma, de las familias colombianas en los pasados tiempos de pandemia por COVID-19 con los sucesivos confinamientos y sus consecuentes limitaciones en las interacciones sociales en los espacios públicos de la ciudad y los comunes al interior de las copropiedades, con el pasar del tiempo se han hecho habituales configurando una NUEVA REALIDAD. Ciudadanos confinados en sus hogares hicieron que las miradas se centraran en sus lugares de vivienda, es decir visibilizaron la P H, pues es evidente que actualmente la mayoría de los colombianos viven en Edificios y Conjuntos donde por una parte, la verticalidad de los Edificios o el vivir unos debajo y otros encima hacen menos ajeno el percibir que ahora estamos más tiempo en la casa que se ha tornado adicional al lugar de vivienda, en el ambiente de estudio y la oficina de trabajo; y por otra parte, el cerco del Conjunto representado en los controles de acceso, las rejas perimetrales y múltiples dispositivos que nos aíslan de los otros, de los de afuera, de los extraños a la copropiedad, todo en nombre de la “ seguridad”.
Estimaciones sobre el número de copropiedades en el país hablan de cerca de setenta mil siendo en Bogotá donde se ha censado la mayoría con cerca de veinte mil, sobre el entendido que cada copropiedad requiere un -líder administrador- se puede deducir igual número de ellos en el país, que vale recordar se han hecho por vocación no solo por la no reglamentación de la idoneidad sino por la ausencia de una robusta oferta de programas de educación formal que titulen a quienes se les esta resignificación en la literatura sectorial nacional e internacional como “Gerentes de Comunidad”, lo que compartimos pues efectivamente los vemos más que administradores de recursos e inmuebles representados en los Edificios y Conjuntos como quienes lideran personas y familias que interactuan en los Inmuebles en P H.
Desde el transcendental papel de los gerentes de comunidades o administradores de P H al liderar los sueños de los colombianos en sus viviendas se requiere hacer claridad sobre la cualificación de la actual ocupación administración de P H, cualificación que se ha reconocido en diferentes eventos sectoriales como una necesidad un interés y se espera una exigencia en el sector; según lo definido por el Mineducación cualificación es el “Resultado formal de un proceso de evaluación que se obtiene cuando un organismo o institución competente reconoce que una persona ha logrado los resultados de aprendizaje correspondientes a un nivel determinado y/o posee competencias necesarias para desempeñar un empleo en un campo de actividad laboral específico.” La búsqueda de la cualificación por medio de procesos necesarios para alinear la educación y formación a las necesidades sociales y productivas del país y que promueve el reconocimiento de aprendizajes, el desarrollo personal y profesional de los ciudadanos, la inserción o reinserción laboral y el desarrollo productivo del país, en otros términos la cualificación del sector productivo del país es un propósito que ocupa a toda la sociedad colombiana desde 2010 con la mira puesta en el 2025, por ello centrado en las acciones que hasta el momento se han desarrollado en el sector P H se hace necesario exponerlas.
Partiendo que el eje central de la cualificación es el reconocimiento formal de los aprendizajes adquiridos, indistintamente del medio por el cual estos fueron adquiridos, es decir, indiferente de su preparación académica o la experiencia, lo importante si es validar que el individuo ha desarrollado las competencias necesarias para desempeñarse en un empleo, cargo u oficio del mercado laboral colombiano, que en el país cuenta con una estructura de información ocupacional que con la acción de diferentes actores laborales es veraz, oportuna y pertinente, en los nuevos tiempos cuando las oportunidades laborales se están transformando en el mundo, como lo señalan muchos analistas por la última revolución centrada en las tic’s; Colombia como parte del concierto mundial y desde las políticas de cualificación y movilidad laboral luego de contar con la Clasificación Nacional de Ocupaciones (CNO) constituida y mantenida por más de 50 años con un trabajo colaborativo del sector público y el privado liderado por el Servicio Nacional de Aprendizaje -SENA, la entidad que con el grupo nacional del Observatorio laboral y ocupacional ha monitoreado el mercado laboral colombiano desde los años setenta.
En 2018 se precipitó adaptar la información ocupacional a la nueva realidad del mercado laboral, con la activa participación del Departamento Administrativo Nacional de estadística – DANE-. a través de un trabajo interinstitucional con más de 70 entidades del orden público y privado con sus aportes técnicos contribuyeron a la construcción de una nueva Clasificación para el país siempre manteniendo como referente el marco internacional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con cooperación técnica internacional brindada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) se dio inicio al proceso de elaboración de la Clasificación Única de Ocupaciones para Colombia (CUOC).
El 16 de junio del 2021 por medio el decreto 654 se adopta la CUOC que es una clasificación de estructura jerárquica piramidal de cinco niveles que permite la clasificación de todo el universo ocupacional colombiano.
Según el documento técnico del Mintrabajo sobre el diseño y construcción de la CUOC esta se basa en tres conceptos principales: empleo, ocupación y competencia, que, de acuerdo con lo establecido por el referente internacional y las disposiciones interinstitucionales del país se definen:
- Empleo: el conjunto de funciones y cometidos desempeñados por una persona, o que se prevé que ésta desempeñe para un empleador particular, incluido el empleo por cuenta propia. Este concepto se constituye en la unidad estadística de la CUOC.
- Ocupación: conjunto de cargos, empleos u oficios que incluyen categorías homogéneas de funciones, independientemente del lugar o tiempo donde se desarrollen.
- Competencia: capacidad demostrada para poner en acción conocimientos, destrezas y actitudes en un contexto determinado.
En complemento los conceptos: nivel de competencia, conocimientos y destrezas
- Nivel de competencia: definido en función de la complejidad y la variedad de funciones y deberes que se deben realizar en una ocupación, que para la CUOC corresponden a cuatro niveles y desde estos niveles se agregan las ocupaciones en cada subgrupo.
- Conocimientos: la asimilación de información por medio del aprendizaje; acervo de hechos, principios, teorías y prácticas relacionados con un campo de trabajo o estudio concreto que las personas pueden aprender y desarrollar con el paso del tiempo.
- Destrezas: habilidades para aplicar conocimientos y utilizar técnicas a fin de completar funciones y resolver problemas.
En la CUOC, siendo el interés del presente texto lo referido a la ocupación “Administración de Propiedad Horizontal”, está puede ser ubicada bajo la codificación 14391, una vez ubicada podrá encontrar su descripción, se listan y detallan sus funciones, se exponen ejemplos de otras denominaciones de la ocupación, como también ocupaciones afines, se señala el nivel de competencia requerido, los conocimientos y destrezas pertinentes a la misma, el área de cualificación y finalmente su equivalencia con clasificaciones anteriores. Adicional a servir de orientación ocupacional en el mercado laboral colombiano el Mintrabajo reconocen como otros fines y usos a la CUOC:
- Producción y difusión de estadísticas oficiales.
- Normalización de competencias laborales.
- Como herramienta para la prestación de servicios de gestión y colocación de empleo, la intermediación laboral, la gestión del talento humano y la orientación vocacional y ocupacional.
- Presentación de resultados de estudios de análisis ocupacionales del mercado laboral.
Servir de insumo único de ocupaciones para:
- Estructuración, construcción y actualización de mapas ocupacionales.
- Definición de ocupaciones y oficios motivo del contrato de aprendizaje.
- Planificación de la educación y la formación.
- Diseño curricular de los programas de formación. o Diseño de catálogos de cualificaciones.
- Evaluación y certificación de competencias laborales.
- Comparabilidad internacional y migración laboral regulada.
- Elaboración de los manuales de funciones del empleo público y privado
En el país la existencia del Sistema Nacional de Formación para el Trabajo -SNFT- liderado por el SENA tiene como sus pilares: la normalización, la certificación y la formación, lo que también hace parte del Sistema Nacional de la Calidad (SNC) que es descrito en un análisis cualitativo del sistema publicado en 2016 por el BID como “todos los marcos de la política (pública), legal, regulatoria y administrativa y los arreglos institucionales (públicos o privados) que se requieren para establecer y poner en práctica la normalización, la metrología, la acreditación y el conjunto de servicios de la evaluación de la conformidad, que incluyen la inspección, pruebas, y certificación que son necesarios para proveer evidencia suficiente que los productos y servicios cumplan con requerimientos demandados por el mercado o usuarios o por las autoridades” lo anterior aplicable a los tres componentes empresariales del sector productivo, el primero las personas para hacerlas competentes, el segundo los procesos y sistemas de gestión en busca de hacerlos eficientes, y finalmente los productos (bienes y servicios) para el cumplimiento de estándares de calidad, lo anterior buscando aumentar la productividad y competitividad.
Fuente: Mariluz Muñoz Rodríguez
Socióloga
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