Las asistentes virtuales como Cortana, Alexa y Siri, se han convertido en el ejemplo por excelencia para hablar de la manera en que integramos tecnologías de inteligencia artificial (IA) en nuestra vida diaria. Sin embargo, los alcances de la IA son tan amplios que se prevé que, como ha sucedido con otros avances tecnológicos relevantes, la inteligencia artificial revolucione la economía global haciendo que por lo menos el 70% de las empresas en el mundo haga uso de estas tecnologías para el año 2030.
Este tipo de pronósticos resaltan el hecho de que es importante conocer un poco más sobre la inteligencia artificial, y es por eso que en los siguientes párrafos se presentan algunas consideraciones sobre su concepto, áreas de aplicación y pautas que deben ser tomadas en cuenta previo y durante la implementación de la IA.
La inteligencia artificial: definición y campos de acción
En Abierto al Público se ha dicho anteriormente que la inteligencia artificial es un concepto paraguas que abarca cualquier tecnología que permite a las computadoras imitar habilidades humanas; yendo un paso más allá, hay que agregar que la inteligencia artificial se divide actualmente en cuatro campos principales:
- Inteligencia asistida: Sistemas de IA que asisten a los humanos en la toma de medidas/decisiones.
- Inteligencia aumentada: Sistemas de IA que mejoran el proceso de toma de decisiones y aprenden constantemente de las interacciones con los humanos y el ambiente.
- Inteligencia automatizada: Orientada a la automatización de tareas manuales o cognitivas, y rutinarias o no rutinarias.
- Inteligencia autónoma: Sistemas de IA que pueden adaptarse a diferentes situaciones y funcionar de forma autónoma sin asistencia humana.
Esta información nos permite imaginar el espectro tan amplio que abarca la inteligencia artificial, mismo que incluye procesos con los que quizá no estemos muy familiarizados pero que nos impactan positivamente; por ejemplo, las cadenas de producción alimentaria que son optimizadas por algoritmos para seleccionar los mejores productos y a la vez disminuyen las tasas de desperdicio.
Los grandes cambios también conllevan grandes responsabilidades y si bien la inteligencia artificial puede traer consigo un sinnúmero de beneficios, también debemos de conocer y monitorear los elementos detrás de su implementación y de su gestión.
Factores a considerar en la implementación de la inteligencia artificial
Se calcula que el 55% del total de las aportaciones proveinientes de la inteligencia artificial al producto interno bruto global durante el periodo 2017 – 2030, vendrá exclusivamente del incremento en la productividad laboral por el uso de estas tecnologías. El avance tan acelerado que la IA tendrá en los próximos años nos obliga a reflexionar sobre los factores que hay que tener en consideración al momento de trabajar con ella, entre esos factores encontramos:
- Gestión de la información y calidad de los datos: Uno de los retos principales a la hora de adoptar sistemas de IA es tener la capacidad de unificar todos los datos en una misma plataforma de la que puedan seguirse alimentando dichos sistemas. A la vez, es esencial que los gobiernos y las organizaciones inviertan en sanear sus datos con el propósito de obtener la calidad necesaria que permita alimentar y mejorar los sistemas inteligentes adoptados.
- Ética: ¿Quién será el verdadero responsable de los razonamientos y las decisiones de los dispositivos inteligentes? Aunque sí existen principios ampliamente aceptados que guían la ética en la IA, resulta complicado evaluar con detenimiento la moralidad de cada una de sus aplicaciones.
- Marco regulatorio: La ausencia de marcos normativos claros que regulen los diferentes aspectos relacionados con la IA supone un obstáculo para su adopción. Los gobiernos deberán tener en cuenta que los ciudadanos y las empresas esperan que la ley proteja sus derechos, también en relación con el uso de sistemas inteligentes. Será necesario crear sinergias entre política y regulación, a fin de anticipar posibles implicaciones desconocidas de la tecnología que puedan conducir a una regulación excesiva o insuficiente.
- Profesionales especializados: A medida que las empresas vayan adoptando los sistemas de IA, necesitarán integrar personal en su plantilla que cuente con los conocimientos necesarios para gestionar esta tecnología. Se trata de un punto especialmente delicado para las pyme, que disponen de presupuestos más pequeños y equipos de TI más reducidos.
- Visión en la dirección: En el plano estatal hay mayor predisposición por parte de determinados gobiernos para apostar por la IA. Algunos de ellos ya han diseñado planes estratégicos en este campo. Otros, en cambio, siguen sin otorgar la suficiente importancia a la IA y aún no la ven como uno de los principales factores de crecimiento a futuro.
- Contexto social, económico y político: Estos tres aspectos desempeñan un papel clave en la adopción de la IA. En sociedades más equitativas, económicamente potentes y políticamente estables, la inteligencia artificial encontrará el marco ideal para su adopción y desarrollo.
La inteligencia artificial se posiciona como uno de los tópicos más prioritarios de la era digital y es esencial expandir nuestro conocimiento al respecto. La manera en que entendamos este tema y las decisiones que tomemos en torno a su uso, definirá en gran medida el futuro de nuestras sociedades.
Fuente: BID Banco Interamericano de Desarrollo
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